Desde Compuimpact ofrecemos Licencias Office 365 centradas en todo tipo de negocios, desde pequeñas startups que buscan una solución online para sus necesidades hasta grandes corporaciones que buscan una solución global. (Si lo que buscas es una comparativa real con porcentajes de ahorro sobre dónde comprar las licencias Office 365 más baratas.
Como hemos comentado en varias ocasiones, desde Microsoft se ofrecen Licencias Office 365 para todo tipo de problemas, es el caso que nos ocupa de las licencias Enterprise E1, E3 y E5. ¿Quieres saber que incluye cada una de estas licencias?

Office 365 Enterprise E1

Office 365 E1 es la versión más ligera de Office 365 para la empresa. Incluye correo electrónico y calendarios a través de Microsoft Exchange; un espacio de red social con Yammer, intercambio de vídeo, y webs con Sharepoint. También puede enviar mensajes instantáneos y celebrar reuniones en línea con Skype para empresas. Con esta licencia también se tiene acceso a Onedrive de negocios con un espacio de almacenaje de 1 Tb. Por último, todos los usuarios pueden editar sus documentos con Office Online, la versión del navegador de Microsoft Office, donde puede crear y editar documentos de Word, OneNote, PowerPoint y Excel desde un explorador.
Office 365 Enterprise E3
Office 365 Enterprise E3 incluye todo lo que se obtiene con la licencia E1 con dos atractivos añadidos:
  1. Acceso a las aplicaciones Office (los programas “offline” de Microsoft Office que tan acostumbrado está a usar como Outlook, Word, Excel, Powerpoint …)
  2. Funciones de gestión de documentos como el archivado, gestión de derechos, prevención de pérdida de datos y el cifrado de alto nivel de documentos.

Office 365 Enterprise E5

Office 365 Enterprise E5 es la versión más completa de Office, y es la solución más adecuada si lo que buscas es una herramienta de gestión completa. Con esta versión consigue todo lo que ofrece la licencia E3, además de unos cuantos extras muy interesantes. Características de seguridad adicionales y acceso a herramientas de Business Intelligence de Microsoft, que permiten analizar todos los datos que circulan en el entorno de Microsoft Office. Además, Skypepara empresas recibe un impulso con la integración con el sistema telefónico tradicional.

¿Qué licencia es la que mejor se adapta a mis necesidades?

La elección de la versión de Office 365 que más se adecua a ti es bastante simple para la mayoría de las empresas: Si desea tener acceso a las aplicaciones de Office en su ordenador, y no tener que editar documentos en su navegador de Internet, entonces usted necesita E3 o E5.
La versión E5 sólo es necesaria si desea un gestor de análisis adicional o si desea Skype para conectar a su sistema de teléfono.
La versión E1 ofrece toda la potencia de las aplicaciones Office 365 pero desde un entorno online, por lo que si su empresa está siempre conectada puede ser una opción muy a tener en cuenta gracias a su gran relación calidad/precio.

Conclusión

Como hemos podido ver, existen licencias para cubrir todo tipo de necesidades. Desde un entorno exclusivamente online (Office 365 Enterprise E1), a una versión con los programas “offline” en los que tan bien nos manejamos (Office 365 Enterprise E3) hasta la versión más profesional con gestión de datos de Office y conexión de Skype vía telefónica (Office 365 Enterprise E5).
Si desea más información, no dude en ponerse en contacto con COMPUIMPACT para averiguar cómo podemos ayudarle.
Existen áreas de la empresa donde el personal se encuentra en constante movimiento. Un ejemplo son las empresas constructoras, donde en diferentes momentos los jefes de obra, los aparejadores, etc. se encuentran a pie de obra, aplicable asimismo a despachos de arquitectos o a empresas de proyectos de ingeniería donde parte del personal necesita estar fuera de la oficina.
Este entorno pasa a ser el lugar de trabajo donde más tiempo pasan, lejos de un despacho, de un escritorio o de un ordenador, sin poder acceder a los sistemas que un trabajador utilizaría en una oficina.
Los ordenadores portátiles solventaron ese bache, pero siguen siendo voluminosos y algo pesados para llevarlos encima en todo momento. Sin embargo, otros dispositivos móviles como tablets o smartphones, cumplen las funciones de centro de trabajo con un volumen y un peso reducidos.
El problema es que los programas empleados en las empresas (ERP, CRM, programas financieros y de contabilidad…) están diseñados para correr en ordenadores “comunes”, no en dispositivos móviles. Para ello, es necesario el uso de aplicaciones específicas para estos dispositivos.
Estas aplicaciones son un aspecto clave de la transformación digital de las empresas, otorgando la movilidad y el acceso a los sistemas necesarios a los profesionales que se encuentran sobre el terreno, lejos de una oficina.
Algunos programas de gestión tienen aplicaciones móviles para sus diferentes áreas (agenda comercial, gestión de almacenes, listas de tareas para proyectos…) descargables en las tiendas de aplicaciones de las diferentes plataformas (Android, iOS, Windows…) pero están limitadas a los estándares del área escogida, sin estar adaptadas a las modificaciones realizadas en la empresa ni a las necesidades específicas de la misma.
No obstante, se pueden crear aplicaciones a medida, orientadas a roles de usuario. Aplicaciones que aúnan diferentes áreas y las combinan de la manera más cómoda para llevar a cabo la actividad profesional que se requiera, y se comunique con los sistemas de información de la empresa.
El potencial de estas “nuevas” aplicaciones es mayor que el de las aplicaciones estándar, ya que permite su personalización en función de la actividad desempeñada, adecuándose a las necesidades del usuario y permitiendo la comunicación con los sistemas de gestión de la empresa.
Con ello se consiguen entonces dos propósitos: solventar la problemática de la movilidad, y adaptar totalmente la solución al grupo de profesionales involucrado, aprovechando así las ventajas que la transformación digital ofrece a las empresas.



Hoy en día se habla constantemente de La Nube, servicios en La Nube, programación en La Nube, almacenamiento en La Nube… tanto en las empresas como a nivel personal, pero: ¿Qué es realmente una nube?
Una nube es un espacio de almacenamiento/trabajo virtual al que se accede a través de cualquier dispositivo con acceso internet y que se materializa en forma de servidores conectados a la red.
Existen cuatro tipos de nubes:
  • Nube pública
Son nubes gestionadas por terceras personas desconocidas donde los datos y los procesos de los mismos se mezclan en los servidores y el usuario no conoce qué otros trabajos de otros clientes están corriendo en el servidor que está utilizando.
  • Nube privada
En este tipo de nubes el usuario gestiona la infraestructura física, el servidor, sabiendo quién tiene acceso a él y qué datos y procesos están almacenados y se están llevando a cabo. Es decir, el cliente controla la nube.
  • Nube comunitaria
Son nubes compartidas por un número de usuarios conocidos de diferentes organizaciones. Estas nubes pueden estar gestionadas por dichas organizaciones o por terceros.
  • Nube híbrida
Estas combinan nube pública y privada, es decir, el usuario es propietario de unas partes y comparte otras (de manera controlada). Esto permite su aprovisionamiento de manera externa pero dificulta el definir qué es lo que se comparte y qué no.
En el caso de las empresas, parece lógico que la opción escogida sea la nube privada, debido a la seguridad que éstas proporcionan en cuanto a saber dónde se encuentran los datos y qué aplicaciones se están utilizando. Pero aún así la nube híbrida es una opción interesante para las organizaciones ya que combina lo mejor de los dos mundos: una protección mayor de los datos almacenados con las ventajas que supone el tener en dicha nube una plataforma de SaaS.
Esta protección extra se puede adquirir teniendo los servidores on-premise, de manera que los responsables de TI de la empresa controlan por completo las aplicaciones y la información que se ejecutan y se almacena en las máquinas.
Y es exactamente eso, el no saber dónde está almacenada la información la que hace poner en duda la seguridad de las nubes.
Los proveedores de este tipo de plataformas deben informar de dónde se va a almacenar la información de la empresa, tanto por temas legales como por lógica en caso de que haya algún problema, pero delegar toda la seguridad a dicho proveedor no es lo adecuado al tratarse de un activo tan sensible y de gran potencial.
Es primordial que las empresas tomen las riendas en este aspecto contratando y aplicando las medidas de seguridad que se estimen oportunas en función de las necesidades de la propia empresa.
La principal medida que se puede aplicar es una correcta decisión del proveedor tanto en SaaS como en IaaS. En el caso del cloud (SaaS), éste proporcionará la infraestructura de software y las herramientas de seguridad que sean necesarias en la nube. La elección del correspondiente host, o proveedor del servidor (IaaS), también es importante, dado que el proveedor proporcionará las soluciones que mejor se adapten a las necesidades y deseos de la empresa en temas de seguridad y potencia, bien sea on-premise u off-premise.
Para finalizar, la mejor medida de seguridad que se puede tomar es la de cifrar la información de manera personalizada y restringir el acceso sólo a las personas que vayan a utilizarla de manera continuada definiendo roles de usuario. Esto garantiza que no se produzcan accesos indebidos, manteniendo la información a salvo y consiguiendo indirectamente una auditoría de quién utiliza la información de nuestra nube.


Todo está conectado, la mayoría de dispositivos que utilizamos a diario son una ventana a internet donde podemos consultar y ser consultados.
En la mayoría de puestos de trabajos a día de hoy es necesaria una conexión a internet, bien sea para consultar información, para comunicarse con otro departamento/sucursal o para utilizar los servicios cloud de los sistemas utilizados en la empresa. Básicamente se necesitan conexiones de alta velocidad para que el ritmo de trabajo sea el adecuado.
¿Cuántas veces nos hemos quedado tirados porque no teníamos conexión de datos móviles o la señal de Wi-Fi no nos dejaba trabajar a una velocidad razonable? Las conexiones inalámbricas se han asentado en nuestro modo de trabajo sustituyendo a las conexiones por cable.
Actualmente, la velocidad estándar de las redes inalámbricas (Wi-Fi) ofrece conexiones de hasta 3Gbps, pero ya se están desarrollando redes que llegarán a ofrecer hasta un máximo de 8Gbps, un aumento considerable.
En el ámbito de las redes móviles, actualmente se utilizan tanto las redes 3G (hasta 14mbps) como las redes 4G (hasta 1Gbps) aunque las perspectivas son que en unos pocos años alcancemos el siguiente hito: redes 5G con velocidades de hasta 7Gbps.
Esto significa que en el medio plazo las conexiones crecerán de manera exponencial ampliando los horizontes, y por ende, las posibilidades de todos los dispositivos conectados a internet.
Centrándonos en el ámbito empresarial, este hecho significa una mejora sustancial de las comunicaciones tanto entre las personas como entre las máquinas. Las redes M2M y el IoT ya no serán una opción, serán LA opción. Y es que los procesos para la transformación digital que se están llevando a cabo hoy, experimentarán una tremenda aceleración conforme la velocidad de las conexiones aumente.
En conclusión, nos encontramos a las puertas de la conectividad de alta velocidad entre dispositivos, y una empresa tiene la obligación de sumarse a la transformación digital para seguir siendo competitiva. Encontrar un buen aliado que le acompañe en esta transformación es clave para llevar a su empresa un paso más allá permaneciendo competitiva y sumando valor.


“Usted es un anciano que piensa en términos de naciones y pueblos. Ya no hay naciones , no hay pueblos. No hay Rusos. Ni Árabes. No hay terceros mundos. No existe occidente. Solamente hay un único, holístico sistema de sistemas, un vasto y desmesurado, entretejido, interactivo, multivariante y multinacional dominio de dólares…  Ese es el orden natural de las cosas hoy en día“
Arthur Jensen en “Network, un mundo implacable”
Network es sin duda una película inquietante, en 1976 ya anticipaba como la televisión acabaría convirtiendo todo, hasta lo más trágico y sórdido en un espectáculo, o lo que es peor aún, en un simple entretenimiento. El protagonista es un anciano presentador de telediarios a punto de ser despedido, esto le hace entrar en cólera y decir en su penúltimo programa  todo aquello que nunca se había atrevido a decir delante de las cámaras  además de anunciar su futuro suicidio en directo. Esto cambia su suerte y le convierte en la nueva estrella de la televisión que se dedica a ofrecer discursos incendiarios antes las cámaras. Al final de la película es llamado a filas por importante ejecutivo de la corporación dueña de su cadena, quien le abre los ojos sobre la verdadera naturaleza del mundo.
No obstante se equivoca el señor Jensen al decir que no existen ya naciones, siguen existiendo aunque ya no tienen la importancia que tenían antes, desplazados por el sistema económico global. Pero siguen siendo importantes ya que sobre ellos se asienta el omnipresente sistema económico global, hoy todavía mucho más fuerte que entonces. Hoy en día estamos viendo como ese leviathan corporativo de intereses económicos se está convirtiendo en otra capa más de la cebolla, la penúltima eso sí. Pero otra capa más.
La última capa añadida ha sido otro sistema mucho más imponente y complejo, por el que no solamente circula el dinero y las cifras, también circulan las ideas, las fobias, las imágenes, las escenas, los sentimientos. Prácticamente todo aquello que nuestra mente es capaz de concebir. Este es un nuevo sistema que prevalece sobre los anteriores, gracias a él han caído mandatarios, regímenes e incluso se ha puesto en jaque a las todopoderosas multinacionales ese sistema se llama Internet. Y es mucho más que la red de cables y máquinas que lo sustenta, es la información y el contenido que circula a través de ella y sobre todo cómo esa interacción entre emisores y receptores es capaz de transformar el mundo en el que vivimos.
En el sistema económico circulan  mercancías, bienes, servicios, divisas, intereses y obligaciones. Pero en el sistema de comunicación global circula lo que puede condicionar todo lo demás. El anuncio publicitario que nos puede hacer desear un determinado producto, la reseña de un cliente insatisfecho que nos puede hacer cambiar de parecer. Las cotizaciones de las últimas divisas, etc… Pero no solo eso, mucho más. La foto de la mujer de la que nos hemos enamorado, el resultado de unas pruebas médicas cruciales, la oferta de trabajo que estábamos esperando, el libro que ha cambiado nuestra forma de ver la vida, la reserva de nuestras vacaciones, la carta de despido… Y más mucho más
Cada mundo tiene sus propias fronteras y el digital no iba a ser menos. Si los pueblos sin estado fueron los auténticos parias del sistema de estados-nación y las pequeñas empresas  las grandes perdedoras del mundo globalizado, el mundo digital también tendrá sus ganadores y perdedores.
Las fronteras tradicionales consistían en fronteras físicas con puestos en los que se impedía el paso de mercancías, bienes o servicios o personas, las fronteras de la economía global son financieras, técnicas, legales. Vamos a intentar dilucidar en qué consistirán estas nuevas fronteras que se están levantando en este momento.
La primera frontera del mundo digital: alfabetización y acceso
Aunque cada vez es más sencillo utilizar la tecnología, para poder utilizar internet y los ordenadores es necesario saber escribir, invertir algo de tiempo en conocer su funcionamiento y acceso a dispositivos y redes de comunicación. Esto es sin duda lo más básico, el que no cumpla estos requisitos puede considerarse un auténtico paria digital, una reliquia del pasado.
Hay algo malo en eso. Para nada, todavía existe en el mundo gente que no utiliza la electricidad y no por ello han de tener una vida plena. Simplemente tendremos algunas limitaciones a la hora de interactuar a ciertos niveles, pero no por ello debemos de considerar nuestra supervivencia o bienestar amenazado.
Si somos una empresa la cosa es distinta, a partir de cierto tamaño, cada vez más pequeño es imposible sobrevivir fuera del mundo digital. Ya sea para hacer trámites con la administración,  conseguir clientes, tratar con proveedores y un largo etc. De hecho la actividad económica totalmente al margen del mundo digital, es muy escasa. Hasta el mercado negro parece haberse trasladado en gran parte a Internet gracias a la darknet.
Los nuevos puesto fronterizos digitales son routers y autopistas de la información que determinan cuántos datos puede cargar y descargar una empresa.
La segunda frontera: las barreras idiomáticas
Aunque iniciativas como Google traductor han conseguido que las fronteras idiomáticas sean menores están siguen siendo importantes. Los algoritmos de traducción automática, todavía distan mucho de ser perfectos, especialmente cuanto más específica y técnica es la información. No digamos cuando hablamos de traducir figuras literarias, los sentimientos de la poesía, la ironía, el sarcasmo, es algo que no puede ser procesado todavía por los traductores automáticos.
Los audiovisuales sin traducción tradicional, pierden muchísima fuerza por varios detalles y en muchas situaciones. Por solo citar un ejemplo cuando una persona habla muy rápido, es complicado leer los subtítulos y se deja de prestar a cuestiones como la entonación la expresión facial. La experiencia es mucho más pobre. Al igual que siempre es mucho más pobre la experiencia de oír hablar a alguien a través de un video que verlo en directo.
Al igual  que en el mundo de los negocios, en Internet la lingua Franca sigue siendo el Inglés. Más de la mitad de los contenidos de Internet están contenidos en inglés y su conocimiento garantiza el acceso a un cantidad ingente de contenidos. Lógicamente los nativos y los que dispongan de un mayor dominio del inglés y sobre todo en sus áreas de especialización, dado que hasta el dominio total de un sólo idioma es un campo muy vasto para una sola persona. Implicaría nada menos que tener constancia de todo el conocimiento que encierra.

Las fronteras idiomáticas no solamente existen entre personas también existen entre hombres y máquinas y viene dada por los lenguajes de programación. Aunque escribir código es algo relativamente homogéneo dado que la mayoría de los lenguajes de programación modernos comparten una sintaxis parecida, a la hora de la verdad hay muchísimas diferencias. Para escribir buenas aplicaciones de escritorio potentes es necesario saber C, C## o Java. Para la web es necesario Javascript, PHP, cada lenguaje tiene sus puntos fuertes, sus posibilidades y limitaciones.
La tercera frontera: la comprensión del sistema y la capacidad para modificarlo
Aquellos que comprenden el sistema pueden utilizarlo en su beneficio. Y todavía más los  que además de comprenderlo son capaces de manipularlo, ampliarlo y dirigirlo todavía pueden sacar más provecho todavía de él. Dicho sea de paso, que esta comprensión es siempre parcial, ya que no hay mente capaz de comprender en su total algo tan abrumador.
Un ejemplo claro de este tipo de comportamiento pueden ser los Youtubers. Algunos de ellos coo elrubiusOMG, tienen sólo en el ámbito de habla hispana de más de veinte millones de seguidores, superando con creces a las estrellas televisivas más importantes del momento. Son gente que ha aprovechado la capacidad que confieren los nuevos medios para llegar al público, sin necesidad de pasar por el filtro de los grandes medios de comunicación.
Otro ejemplo en un ámbito muy distinto son los HFT, o High Frequency Traders, gente que se dedica a hacer operaciones con venta de valores y financieras a alta velocidad apoyados en la potencia de las máquinas. Hacen cada día miles de operaciones automáticas con ganancias mínimas que les permiten obtener importantísimos beneficios gracias al efecto acumulatorios.
A partir de aquí caben todo tipo de posibilidades, desde la utilización de internet para promover causas sociales, como las revueltas árabes. La utilización de minería de datos mediante crawlers que se dedican a procesar toneladas de información en búsqueda de patrones ocultos y largo etc..
La cuarta frontera: la capacidad de computación y de acceso al ancho de banda
Para las operaciones más técnicas como algunas de las mencionadas anteriormente, tales como el HFT o el Big Data,  la capacidad de computación y la velocidad para descargar o subir datos a la red es muchas veces un factor clave.
A priori este podría parecer un componente financiero, pero es algo más complejo que eso. Llegado cierto nivel de recursos financieros, dadas las limitaciones actuales de equipos y redes, la cuestión se convierte algo técnico. Conocer las velocidades de conexión  y puntos de enganchas. Los HTF por ejemplo tienen en cuenta diferencias de milisegundos a la hora de ubicar sus centros de cálculo en un punto o en otro. Por otro lado desde un principio Google ha ejercido un total control sobre sus centros de servidores, diseñando infraestructuras, lógica y hasta el hardware para conseguir los mejores rendimientos.
Para poder prosperar en el mundo digital es necesario conocer su configuración y geografía y con este artículo esperamos haber realizado un breve pero útil bosquejo de ese nuevo reino llamado internet.


Cada vez utilizamos más la nube, tanto en nuestra vida profesional como en la personal. Nubes como Dropbox, Google Drive o iCloud forman ya parte de nuestro día a día.
En el mundo empresarial la nube también ha adquirido importancia por sus ventajas frente a las “tradicionales” aplicaciones y sistemas on-premise en muchos casos.
La ventaja principal del “salto a la nube” es la menor complejidad en la gestión de las IT, lo que se traduce en una mejor gestión de sus recursos, económicos y humanos, ahorrando costes y mejorando su eficiencia. Además, permite la mejora de la actividad empresarial llegando éstas a ser visibles incluso en medio año.
Otra gran ventaja con la que cuentan la nube para las empresas es que ofrecen a éstas la posibilidad de utilizar tecnología de última generación con un coste reducido. Esto es debido a que las nubes están físicamente emplazadas en grandes centros de datos que utilizan equipos punteros, ahorrándoles a sus clientes los gastos de compra y mantenimiento y permitiéndoles modificar el tamaño de dichas nubes en el caso que fuese necesario sin que esto suponga un quebradero de cabeza (y más recursos).
Ahondando en este tipo de instalaciones, las empresas cuentan con la ventaja de que estos centros poseen grandes medidas de seguridad tanto en el acceso físico como en el acceso digital. Medidas como vigilancia 24 horas, control de acceso mediante sofisticados sistemas de seguridad biométricos, cortafuegos, cifrado multicapa…son sinónimos de tranquilidad a la hora de que las empresas decidan dar el paso de almacenar y trabajar con sus datos en la nube.
Asimismo, la imagen corporativa de la empresa se ve afectada positivamente dado que los centros físicos donde se almacenan las nubes tienen un impacto ecológico menor que si cada una de las empresas tuviese su propio centro de servidores. Esto es debido a que estas instalaciones utilizan sistemas eléctricos menos dañinos para el medio ambiente además de reducir su consumo energético. Además, al emplear menos hardware, la huella ecológica de estos centros se ve reducida en el largo plazo debido a que se producen menos residuos.
Las estimaciones sitúan a los sistemas cloud como un nuevo estándar en lo referente a sistemas y aplicaciones empresariales. Se calcula que en el medio plazo la práctica totalidad de las empresas de todo el mundo estén inmersas en proyectos de transformación digital de este tipo.
Conforme a estos datos, lo sensato sería entonces encontrar un socio de confianza con experiencia en este tipo de plataformas para embarcarnos en un proyecto de estas características, alguien que pueda llevar a nuestra empresa un paso hacia adelante.